Os invitamos a ver, escuchar y agradecer, por medio de este video, a tantos hombres y mujeres de los cuales se habla generalmente poco y/o mal, pero que silenciosamente entregan siempre su vida con y por los más necesitados de la sociedad, sin acepción de personas, razas o credos. No buscan publicidad ni la quieren porque viven cara a Dios, Quien les basta siempre y para todo y con Quien se ponen a los pies de la humanidad sufriente. Vosotros hacéis presente el corazón misericordioso de Jesucristo y de su esposa la Iglesia, que desde siempre ha cuidado de los más vulnerables y olvidados, de los que no cuentan…

¡Sí, por estos héroes anónimos también rezamos cada día! Nuestro más profundo y sincero agradecimiento!