Como es tradicional en nuestra fraternidad, el mes de mayo lo dedicamos a recordar a María de un modo especial. Desde el año pasado y con ocasión del centenario de las apariciones de la Vírgen en Fátima, rezamos el rosario no ya los sábados muy temprano en la mañana como tradicionalmente veníamos haciendolo,  sino de noche, después de completas y con antorchas a semejanza de las procesiones que se realizan en Fátima.

Este 13 de mayo aunque era domingo, quisimos rezarlo el mismo día en que se conmemoran las apariciones. Es una ocasión más para pedir especialmente por la paz del mundo y por quienes se encomiendan a nuestras oraciones.