Te llevaré al desierto y te hablaré al corazón…

Iniciamos el itinerario cuaresmal de este año del Señor 2019 que finalizará con el triduo Pascual y se abrirá la Gran Fiesta de la Pascua de Resurrección del Señor Jesús que celebraremos a lo largo de cincuenta días.

Este tiempo favorable, tradicionalmente se ha asociado al desierto  como lugar transformante porque es el lugar del amor, para el amor y del encuentro con el amor. Es decir, en el desierto Dios elige a su pueblo, y en el desierto Dios es elegido por su pueblo. El encuentro  es posible porque en el desierto, el corazón del pueblo  sólo escucha la voz del Señor y reconoce la verdad que estaba buscando equivocadamente en otro lugar… Se puede decir entonces, que el desierto se convierte en una escuela de verdad, donde aparece, emerge la verdad más íntima del corazón humano que sólo Dios conoce y puede colmar: ¡sólo el Amor humano divino de Jesucristo es el siempre suficiente, el siempre bastante para todo!

¡Entremos decididamente en este tiempo y lugar que no es primordialmente geográfico sino ante todo interior, pongámonos en camino, adentrémonos en el propio corazón y dejémonos encontrar por el que desde siempre nos busca y anhela entablar conversación!